En esta sala se incluye una reconstrucción de un taller lapidario prehispánico que pone en evidencia el dominio que los mayas tuvieron sobre la técnica de tallar el jade.

La exhibición ofrece al visitante una muestra de objetos de jade, como la tablilla de Nebaj. Quiché, en donde resalta la imagen de un hombre ataviado con orejeras, brazaletes, collar y tobilleras de jade y un tocado que incluye la figura de un ave. Los gestos de este personajes indican que mantiene una conversación con otro de reducido tamaño, sentado junto a él. Se observan también orejeras, collares, pulseras y ornamentos; además, una reconstrucción del entierro 116, del Templo I de Tikal, que en su ofrenda incluye algunos de los objetos mencionados . El módulo central presenta la máscara de mosaico de jade de Tikal y las máscaras de mosaico de Abaj Takalik, Retalhuleu.

El mapa muestra un franja de esta roca que se extiende a lo largo de la ladera norte del Valle del Motagua y los declives del sur de la Sierra de Chuacús y la Sierra de las Minas. Otra está a lo largo del Río Negro, desde Sacapulas hasta Santa Rosa y una tercera se encuentra entre la ribera oeste del Lago de Izabal y Cahabón, en Alta Verapaz.